domingo, 19 de diciembre de 2010

MANU YAÑEZ MURILLO Y SU BALANCE DE 2010 (www.otroscines.com)


Balance 2010: 20 caprichos, entre Barcelona y Nueva York


2010, el año que viví en Nueva York, “la ciudad de las películas”, fue paradójicamente uno de los menos cinéfilos de mi vida (reciente). Distraído por el paisaje urbano y la diversa y torrencial vida cultural neoyorquina, dediqué menos tiempo de lo habitual a visitar las salas de cine. Aun así, pude ver los suficientes films como para entregar, por segundo año, los premios más caprichosos de la red, organizados en 20 improvisadas categorías. Y los ganadores son...

-Mejores títulos de crédito: El colectivo británico Shynola -autor de varios viedoclips para Radiohead, así como de los títulos de crédito de la serie The IT Crowd- fabricó una obra maestra de la animación para los créditos de inicio de la muy recomendable Scott Pilgrim vs. The World. La pieza remite al trabajo fundacional del animador neocelandés Len Lye, en particular su sublime A Colour Box (1935) aunque su resonancia simbólica en el contexto de la película de Edgar Wright hace pensar en el rol que asumían las abstracciones animadas de Jeremy Blake en Punch-Drunk Love / Embriagado de amor (2002), la película de Paul Thomas Anderson.

-Mejor película “pictórica”: Quizás fue como resultado de ver la película en el MOMA, pero Double Tide, lo nuevo de Sharon Lockhart (la alumna más aventajada de la escuela Bening), me pareció una inspiradora reflexión acerca de los métodos pictóricos. En su interesante artículo para la revista Blogs & Docs, Pablo Cayuela reconocía en el film la herencia del impresionismo de Monet -tanto en su composición como en su estructura de “tema y variaciones”-. A mí, los dos planos de 45 minutos que conforman la película, protagonizados por una recolectora de almejas de Maine, se me antojaron como una lúcida aproximación a las leyes motoras y estéticas del impresionismo abstracto. El dibujo en la arena dejado por los pasos de la trabajadora como la última encarnación del dripping de Jackson Pollock.

-Mejor préstamo/homenaje/robo: Jean-Luc Godard, el príncipe de los ladrones, homenajeó a Brian de Palma con su trailer para Film Socialisme, reedición del de Femme Fatale (2002).

-Sorpresa del año: ¿Quién hubiese esperado de Robert Rodríguez una vibrante y oportuna obra de agitprop como Machete, co-dirigida por Ethan Manikis? Puro mexplotaition con espíritu grindhouse, la película perpetra un nada encubierto ataque a las políticas anti-inmigración diseñadas por el gobierno de Arizona, un estimulante exabrupto que tiene como precedente más cercano la farsa anti-republicana que Joe Dante elaboró para la serie Masters of Horror, titulada Homecoming (2005).


-Mejor comedia: Aunque fue producida en 2009, Whip It (Chicas muy bravas) fue la primera comedia interesante que vi en 2010. Le siguieron otras serias competidoras, como The Other Guys, la nueva obra del tándem formado por Will Ferrell y Adam McKay, o Jackass 3D. Sin embargo, Drew Barrymore, la directora del film, terminó imponiendo su entrañable y genuina apuesta por la rebeldía, las utopías juveniles y “un cine de la felicidad”.

-Mejor plano-secuencia: En una de las crónicas del Festival de Nueva York, escribí lo siguiente acerca del sorprendente y ultra-narrativo plano secuencia que engalana Le quattro volte, del italiano Michelangelo Frammartino: “Un extenso plano-secuencia en el que la realidad se transmuta en una delirante coreografía protagonizada por unas cabras, un perro pastor, una camioneta y una representación de la pasión de Cristo. Un mecanismo de relojería que, en su virtuoso (des)ordenamiento del mundo, remite al inolvidable arranque de Touch of Evil /Sed de mal, de Orson Welles”.

-Mejor película “cronológica”: Tomando como películas cronológicas aquellas que rastrean un fenómeno (la vida de un personaje, una investigación, una corriente política...) desde su nacimiento hasta su muerte (leer aquí, este premio va para Carlos, la mini-serie de televisión de Olivier Assayas sobre la vida de Carlos, el Chacal. Con pulso firme, ánimo historicista y resonancias pop, el director de Irma Vep (1996) repasa la trayectoria del Chacal como “terrorista estrella”, desde la forja ideológica del mito hasta su captura y caída en el olvido, pasando por su exhibicionista reinado mediático.

-Proyección más memorable: En el interior del túnel de metro más antiguo del mundo, en las catacumbas de Brooklyn (Nueva York), se organizó, a mediados de agosto, una proyección titulada Tunnel Vision. Tomando como hilo conductor la figura del tren, se exhibieron piezas referenciales, icónicas y también desconocidas de ese género que podríamos denominar el “cine sobre raíles”. Los hermanos Lumière, D.W. Griffith, Stan Brakhage, Peter Tscherkassky, D.A. Pennebaker… todos acudieron a esta cita ineludible.

-Mejor secuencia “ridícula”: Entendiendo como ridículo aquel cine que, renunciando a toda sofisticación, nos obliga a reajustar nuestra mirada bajo un halo de ingenuidad e inocencia, la “secuencia ridícula del año” pertenece a Hereafter / Más allá de la vida, el último y muy menor film de Clint Eastwood. De hecho, la película es todo un ejemplo de cómo un relato apresurado y esquemático suele desembocar en el peor sentimentalismo. Sin embargo, de entre las cenizas, una secuencia está a punto de redimir al conjunto. Se trata de la aproximación entre los personajes de Matt Damon y una deslumbrante Bryce Dallas Howard. El encuentro se produce en una clase de gastronomía y, en un encantador golpe de talento, el viejo Eastwood nos recuerda que el deseo no es más que un elemental juego de planos y contraplanos.


- Mejor película de animación: Fantastic Mr. Fox, de Wes Anderson.

-Mejor dispositivo formal: El anunciado salto al digital de James Benning nos sirvió de excusa perfecta para renovar nuestra fe en su cine. Nosotros le ofrecimos la mejor de nuestras reverencias y él nos entregó Ruhr, un amplio y rotundo compendio de procesos cíclicos a través de los cuales ver el mundo y soñar con la posibilidad de mejorarlo.

-Mejor momento musical: La escena de Des hommes et des dieux, de Xavier Beauvois, en la que suena El lago de los cisnes, de Tchaikovski. Seguramente, el momento más emocionante del cine de 2010. Un humilde, austero y al mismo tiempo colosal manifiesto fílmico en favor de la belleza, el arte, la fraternidad y el amor. Es decir, la vida. Hacía años que no lloraba tanto en una sala de cine.

-Mayor decepción: Los que esperábamos que I’m Still Here, el falso documental de Casey Affleck sobre la demencia de Joaquim Phoenix, pudiera ser una mordaz y sardónica disección del universo de la fama nos llevamos una punzante decepción. Sin embargo, una vez resituadas las expectativas, la película reveló su verdadera historia, la de una joven estrella (Phoenix) empeñada en hacer realidad la fantasía de todo actor del método: fabricar un personaje sobre los despojos de sí mismo (además de sobre las cenizas de los losers trastornados de Scorsese y Herzog).

-Película más romántica: Después de Singularidades de uma Rapariga Loura, Manoel de Oliveira, el centenario realizador portugués, continuó su saga de amores arrebatadores con O Estranho Caso de Angélica, la historia de un hombre, un fotógrafo interpretado por Ricardo Trêpa, obsesionado con una mujer muerta (Pilar López de Ayala). Una fantasmagoría en la que los misterios del cosmos encuentran cobijo dentro de la dialéctica fundamental que forman el realismo y la fantasía, Lumière y Méliès.

-Mejor festival: Al día de hoy, gracias a la proliferación de los canales de información/distribución, las posibilidades de acceder, o al menos de conocer, diferentes y excitantes parcelas del Planeta Cine parecen infinitas. En este contexto, pensar que un festival de cine, por muy amplio que sea, puede elaborar un “mapa del cine” es de una ingenuidad alarmante. Esta certeza ha provocado que mi valoración actual de los festivales tenga mucho que ver con cuestiones intangibles, claramente subjetivas. De esta manera, mientras adoro el Festival de Cannes por la adrenalina que provoca el sentirse en el centro de la noticia, Punto de Vista, el Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, me reconcilia año a año con el placer íntimo y convulso de pensar las películas.

-Mejor actor: En 2010, el mejor actor del cine europeo, Mathieu Amalric, protagonizó y dirigió Tournée, una estimulante e imperfecta exaltación de los espectáculos de variedades (en este caso, los shows de burlesque), retratados como espacios de resistencia para una debilitada contracultura.

-Mejor actriz: Aun obligada a cumplir con el modelo de meta-comedia juvenil impuesto por la ya canónica Juno (2007), es decir, a interpretar a una adulta encerrada en el cuerpo de una adolescente, Emma Stone demostró en Easy A que por temperamento y espontaneidad el suyo es un talento inusual. Mientras la industria parece reclamar más Anne Hathaways o Katherine Heigls (actrices exhibicionistas o anodinas), Stone se aferra a ese limbo actoral llamado “autenticidad”.

-Mejor objeto televisivo: Mistérios de Lisboa, de Raúl Ruiz.

-Mejor crítica: La del norteamericano J. Hoberman sobre Boxing Gym, de Frederick Wiseman, en The Village Voice.

-Lo mejor de 2010: Laura, Nueva York, el 5-0 del Barça al Madrid y la inolvidable visita al Saturday Night Live.

MEJORES PELÍCULAS DEL AÑO

1
-Fantastic Mr. Fox (Wes Anderson)
-Mistérios de Lisboa (Raúl Ruiz)
-Oki's Movie (Hong Sang-soo)
-The Social Network/Red Social (David Fincher)
-O Estranho Caso de Angélica (Manoel de Oliveira)
-Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives (Apichatpong Weerasethakul)

2
-Double Tide (Sharon Lockhart)
-Marti, dupa craciun / Tuesday, After Christmas (Radu Muntean)
-Meek's Cutoff (Kelly Reichardt)
-Ruhr (James Benning)
-Sweetgrass (Lucien Castaing-Taylor e Ilisa Barbash)
-Whip It / Chicas muy bravas (Drew Barrymore)

3
-Carlos (Olivier Assayas)
-Jackass 3D (Jeff Tremaine)
-Scott Pilgrim vs. The World (Edgar Wright)
-Tournée (Mathieu Amalric)
-La vida sublime (Daniel V. Villamediana)

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